Es, posiblemente, el hecho más insólito que se ha visto en la Premier League esta temporada, sino en toda su historia. Un aficionado en el Everton-Newcastle se ató a uno de los palos.

Mientras el partido acababa de comenzar su segunda mitad, un aficionado llegó hasta la portería y, mediante una brida, se enganchó a la madera por el cuello, lo que provocó la paralización del partido.

Varios operarios fueron a retirar a dicho aficionado, que sin duda dejó una de las imágenes más insólitas de la historia de la competición.

Tras varios minutos, con tijeras de podar incluída, los operarios pudieron retirar al espontáneo y llevárselo. El partido se reanudó en el 57' cuando se había detenido en el 49'.

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